domingo, 3 de febrero de 2013

Boletín no. 139. Escobedense expone obra pictórica en Presidencia


En el marco de la inauguración del Centro Cultural escobedense

Boletín no. 139

José Luis Silva tiene 28 años y es escobedense de nacimiento, estudió artes visuales en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, donde ha expuesto en dos ocasiones, sin embargo, ésta es la primera muestra individual que trae a Pedro Escobedo





Pedro Escobedo, Querétaro

La mañana del pasado viernes 1 de febrero fue inaugurada la obra pictórica “Del yo cautivo al yo expuesto” del joven artista escobedense José Luis Silva en el patio central de la Presidencia Municipal. A la inauguración asistieron un nutrido grupo de invitados del pintor así como el lic. Gilberto Fausto Zorrilla, secretario del H. Ayuntamiento, quien –en representación de Graciela Juárez, nuestra Presidenta- expresó el apoyo incondicional de esta administración hacia las expresiones artísticas; muestra de ello es la inauguración esta tarde del Centro Cultural de Pedro Escobedo donde la exposición será trasladada para disfrute del público a partir de las 19:30 horas y estará colgada hasta el próximo 15 de febrero.

José Luis Silva tiene 28 años y es escobedense de nacimiento, estudió artes visuales en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, donde ha expuesto en dos ocasiones, sin embargo, ésta es la primera muestra individual que trae a Pedro Escobedo.

“Del yo cautivo al yo expuesto” es una serie pictórica de tendencia minimalista con técnicas de grafito, acuarela y acrílico que es permeada por la introspección del ser humano y su conexión con el vacío existencial a partir de la falta de humanización que nota en su entorno: “por ello la obra es inacabada; no hay apropiación de uno mismo”, expresó el artista visual.

En la obra, explica, hay una proyección sobre tres ejes: deseos, frustraciones y felicidades. El espectador puede darse cuenta del empleo de desnudos, animales, cuerpos con mutilaciones y paisajes de colores llanos a fin de sentir la carencia de plenitud de la que nos habla Silva: “toda la obra juega una dinámica sobre el reconocimiento de nosotros mismos”, concluyó.